canalladecorazon - EL GIGANTE DE ARROYITO |
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UNA CANCHA EN 48 HORAS. Se ha dicho y con razón: "Nosotros mismos llevábamos los palos a la cancha" Eran los tiempos heroicos
Dirigentes y jugadores confundidos en un mismo esfuerzo enajenaban sus energías, ya en la faena deportiva del domingo o en los arreglos de la cancha durante las horas libres del trabajo diario en los Talleres del F.C.C.A.
En el año 1917 todavía ocupaba Rosario Central la cancha en la quinta Sanguinetti. al promediar la temporada y hallándose el campeonato en pleno apogeo, los propietarios de una franja del terreno que abarcaba el campo de deportes, obligaron a la empresa del F.C. a reducir la cancha.
La Liga Rosarina emplazó entonces a Rosario Central para poner el field en condiciones dentro del término de 48 horas, de lo contrario el equipo auriazul debía jugar contra Argentino (hoy G. y Esgrima) en la cancha de este, en el Parque Independencia.
Ahí fueron las de a peso... Pero el amor propio, el deseo de triunfo, el sacrificio habrían de poder más que la amenaza oficial. Los players, los dirigentes, obreros y empleados del ferrocarril, sin distingos, iniciaron una tarea extraordinaria, que tuvo su recompensa.
Nadie se salvó del trabajo de alisar el terreno, delinearlos y plantar los palos. La cancha estuvo en condiciones en el tiempo acordado por la Liga Rosarina.
Es domingo Rosario Central pudo, gracias al sacrificio común, jugar en su propio field. El resultado del match fue un empate en un tanto por bando. Rosario Central iba perdiendo, pero Zenón Díaz igualó las posiciones al señalarle un penalty a Eduardo Araya.
INAUGURACIÓN DE LA TRIBUNAS POPULARES
El estadio de Arroyito que supliera la vieja cancha de los "talleres", tenía su tribuna oficial, que enhiesta se levantaba, como índice del progreso de Rosario Central.
Frente a ella, las oficiales parecían más pequeñas que nunca y su capacidad era fácilmente colmada apenas se jugaba un cotejo más o menos interesante. Es que al team representativo auriazul, que a medida que la entidad crecía en prestigio se sumaban en forma intensa, para llegar a reclamar mayores comodidades.
Fue entonces cuando se creyó conveniente la construcción de las tribunas populares de cemento que hoy bordean el hermoso campo de juego. Crecieron ellas de la misma manera que creció Rosario Central: sobre bases firme, y cuando quedaron terminadas, parecían como si quisieran demostrar a los que las vieran que se sentían orgullosas de servir para evidenciar la importancia poderosa de su club.
Sus espaciosos escalones, fuertes como la tradición del club, de haber tenido el don de la palabra, habrían, con seguridad, manifestado su inmensa alegría de poder albergar a la bulliciosa concurrencia que hasta ella llegaría para asistir a los futuros espectáculos.
Desde entonces, el club, el viejo club tan adentrado en el calor popular, contó con el estadio amplio y cómodo, como lo exigía su tradición y su importancia deportiva.
La piedra fundamental
La piedra fundamental de la nueva tribuna oficial del estadio de Arroyito fue colocada en una ceremonia que se llevó a cabo el domingo 31 de diciembre de 1939. Fue un acto rodeado de sencillez, pero que tuvo sus pasajes emotivos. Se rezó una misa de campaña en el estadio, que estuvo a cargo del cura párroco de la Iglesia del Perpetuo Socorro bendiciendo la piedra fundamental el padre D. Onis.
La asistencia del Jefe de Policía de nuestra ciudad, Dr. José A. Martínez Cilveti, dio realce al acto, pronunciando en ese momento oportunas palabras el secretario del Club A. Rosario Central, Sr. José M. Puig.
Las autoridades presentes en el acto, invitados especiales y dirigentes del club concurrieron luego al lunch que se sirvió en el buffet del club, en cuya oportunidad habló el Sr. José B. Quintana en representación del club.
Las palabra que luego virtió el Dr. José A. Martínez Cilveti, a la par que recalcaron la obra desarrollada por Rosario Central dentro del deporte rosarino fueron también de aliento para proseguir la actividad cumplida durante 50 años de existencia.
En el recinto oficial de la cancha del "cruce" ubicada en la quinta Sanguinetti fue tomada esta vista hace largos años. En ella vemos reunidos a dirigentes y jugadores, asociados y simpatizantes del club, de hace cerca de tres décadas.
Entre el personal superior del F. C. Central Argentino, tuvo el Club A. Rosario Central (entonces Central Argentine R. A. Club), dos animadores y favorecedores en los Sres. W. O. Lucas y T. G. Russell. Por su intermedio consiguieron los iniciadores, dentro de los terrenos de la empresa, el espacio para instalar la primera cancha de "cricket", donde también se iniciaron las prácticas de fútbol.
Esta cancha estaba ubicada entre el Portón Nº 3 y Portón Nº 4, en las proximidades del Pasaje C. Escalada. Pocos años después de su fundación, en 1896, se construyó la que fue llamada Plaza Ollendorf y que estaba ubicada en la Avda. Alberdi y Jorge Hardin, pero al lotearse esos terrenos, el club se vio nuevamente obligado a buscar el lugar donde poder desarrollar sus actividades deportivas, sin que esta contrariedades disminuyeran en lo más mínimo el entusiasmo de sus dirigentes y sostenedores.
Fue así como se llegó a la Quinta Sanguinetti en 1902. Era la famosa "cancha del cruce", donde empezaron a surgir con caracteres propios grandes figuras de nuestro fútbol. Eso era al comienzo nada más que un descampado pues no se dejaban de noche ni tan siquiera los arcos ya que la experiencia les había hecho comprender que no faltaría vecino aprovechado que los empleara cómodamente como leña.
Poseían nada más que una casilla y cuando se hacía práctica de fútbol, previamente los entusiastas deportistas tenían el trabajo de colocar los arcos, que al final eran nuevamente desarmados.
Desfilaron por esa cancha grandes valores de Rosario Central y el cual había ya reafirmado considerablemente su personalidad y prestigio. Hubo posteriormente que cambien de cancha y en la quinta Sanguinetti se siguió hasta el año 1918.
No se alejaron de la zona, y lo que hicieron fue volver a las inmediaciones del lugar inicial pues la cancha se instaló en 1919 en terrenos de la empresa del F. C. C. A., cerca de la Estación Castellanos, la que pueden ver todos los que circulan por Avda. Alberdi.
Hasta 1924 permaneció en ese lugar el estadio de Rosario Central y justamente al producirse la absoluta independencia de la entidad de la empresa ferroviaria donde se había iniciado, dejó los terrenos para dar los primeros pasos que habrían de conducirlo a la construcción de su actual monumental estadio.
Salió por breve tiempo Rosario Central de su zona y se aceró al sur. En la cancha del Club A. Bolsa de Comercio, situado en Avda. Ovidio Lagos y E. Zeballos, actuó en los años 1925 y 1926, pero ello no era nada más que transitoriamente, pues el 1º de diciembre de 1927 la Municipalidad concedió al club, por el término de 20 años, el terreno de la Avda. Génova y Juan B. Cordiviola, cuyas amplias tribunas ofrecen amplia comodidad para más de 30.000 personas, y con unas plateas con butacas pullman que son las únicas instaladas en los campos deportivos rosarinos.
Entrada a la tribuna oficial del Club A. Rosario Central en la esquina de Avenida Génova y Juan B. Cordiviola. La firma comercial Fernández y Sust tomó a su cargo y cuenta la realización de esta obra. La primera actuación oficial en ese campo de juego tiene un grato recuerdo: ese día el primer equipo de Rosario Central se impuso a su tradicional adversario, Newell´s Old Boys, por 4 tantos contra 2. Esta es la trayectoria seguida, desde la cancha del Portón Nº 4 hasta el estadio de cemento. |
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